Para empezar este bloque, he de decir que,
como a muchos de mis compañeros, al principio al ver el nombre de la asignatura
y la palabra “Literatura” me asusté un poco y recordé aquellas páginas
interminables de autores con sus obras y de generaciones a las que no les veía
diferencia, que en su día me tuve que estudiar y que ahora tengo que preguntar
a mi hermano.
Sin embargo, todo ha sido muy distinto y
hemos aprendido cosas mucho más interesantes y que seguro no se me van a olvidar
tan rápido como aquellos autores.
Primero quiero destacar la diferencia entre
Paraliteratura y Literatura. La Paraliteratura, es parecida a la
literatura, pero le falta alguna de sus características. En Primaria sólo nos
enfrentaremos a Paraliteratura didáctica o moralizante, cuyo objetivo no sería
principalmente el entretenimiento o la diversión, sino la enseñanza.
La
Paraliteratura Didáctica, es un cuento que tiene como objetivo enseñar algún
tipo de concepto a los niños de Primaria, que puede ser de tipo histórico o
mitológico. La Paraliteratura Moralizante es, como su nombre indica, moralizante,
como las fábulas.
La
Literatura son libros sin ningún tipo de enseñanza, como los cuentos. En todo
lo que leemos y vemos podemos sacar enseñanzas, sin embargo, en un cuento la
intención no es esa.
A lo
largo de la historia de la literatura infantil, esta diferencia no ha
existido. La definición de literatura española
se acuñó en los años 80 o 90 por Juan Cervera: “son aquellos textos creados
para un receptor concreto, que es el niño (desde los 0 años a los 14)”. Una
persona que crea literatura para niños, aparte de saber literatura y escribir
bien, tiene que conocer a los niños.
Para
delimitar la literatura infantil, debemos derrochar literatura no infantil que
ha sido adaptada para niños, lo que Cervera llama “Literatura ganada”.
La
literatura infantil, propiamente dicha, se crea en 1928, con “Celia”. A
principios del s. XX, se seguían haciendo cuentos moralizantes. En los años 40
y 50, el medio de comunicación más influyente era la radio, por lo que se
emitían seriales radiofónicos. En este contexto se creó Matilde, Perico y
Periquín (primer personaje que nace en la radio y se transforma en libro), pero
el más famoso fue Antoñita la Fantástica y Mari Pepa y sus hermanos (primer
libro ilustrado a todo color para niños). Además de los famosos cuentos de
Calleja.
En la
época griega, la primera clasificación fue de Aristóteles, que los dividió en:
dramático, lírica y épica, en esta época toda la literatura era en verso. El
teatro se escribió en verso hasta el siglo XIX, se relaciona con el género
dramático, expresa sentimientos, deseos, miedos. La lírica no se puede
identificar con el verso, porque la poesía es una forma de estructurar un texto
actualmente. Antiguamente, los tres géneros no podían combinarse, ahora sí,
puede haber un teatro en verso o en prosa.
Existen
tres géneros en literatura infantil (lo mismos que en la literatura de
adultos). Estos géneros, no son géneros puros.
El
teatro: Texto con representaciones que se hacen para
niños, teatro escrito para ser leído, al
que tenemos acceso y por último los textos que están hechos para que los niños
los representen. La manifestación folclórica más antigua que tenía en cuenta a
los niños era los “títeres de cachiporra”, ellos hacen su guión y marionetas.
La
prosa: Va desde una prosa moralizante hasta una prosa
hecha especialmente para niños. Un texto literario puede convertirse en uno
paraliterario, analizando, lo que hace mal el personaje desde el punto de vista
del autor, por ejemplo. Mercedes Gómez de Manzano estudió en los años 80 y 90
las relaciones entre el niño protagonista de los cuentos y el niño lector, ella
dice que en la literatura de principios de siglo, el niño no se podía
identificar con los personajes, sino imitarles. Ya no aparecen vicios y
virtudes, sino que aparecen actitudes positivas y negativas.
Poesía lírica es escasa en niños. Son poemas que sólo hablan de
sentimientos, no se cuenta nada. Hay poesía ganada, poesía no escrita para
niños pero adaptada. El único que escribió para niños fue Lorca. Desde la Edad
Media, la poesía era moralizadora o escrita para niños, pero sin el niño. Es
más fácil de memorizar.
Para
ser unos buenos docentes e inculcar a nuestros alumnos el gusto por la lectura,
debemos ver los libros desde la
adecuación (si son o no adecuados) y desde la motivación (si son o no
motivadores), para eso hay que tener en cuenta unas estrategias a la hora de
elegir los libros como son, las ilustraciones, la letra, el tema, los
personajes (si se pueden sentir o no identificados los niños), el lenguaje y
los valores y contravalores que aporta el libro. Todos estos ítems, hay que
valorarlos dependiendo de las características y del estado evolutivo de los
alumnos.
Como
alumna, me he dado cuenta recientemente, que muchas veces se elegían los libros
por la autora, ya que la mayoría de los años venía Concha López Narváez. Desde
pequeña, me ha gustado la lectura, pero no creo que sea por la forma de
habérmela inculcado en el colegio, ya que no recuerdo hacer nada especial en
este tiempo, sino gracias a la insistencia
de mi madre de que leyera cualquier cosa, y a lo consentida que me ha
tenido en este aspecto, era pedir un libro e inmediatamente me lo compraba.
Sin
embargo, este año en las prácticas al volver al colegio en el que estudié con
otra profesora, he visto que habían cambiado algunas cosas. Estuve en 2º de
Primaria y la profesora fomentaba mucho la lectura, cada semana se llevaban dos
cuentos de una colección de unos 35 con los que contaba la profesora. Eran cortitos, de unas 15 páginas, uno se lo llevaban los miércoles para devolver el
viernes y otro el viernes para devolver el lunes, la organización la llevaban
en una tabla los propios niños, ellos sabían
el cuento que les tocaba y que si no devolvían el suyo, un compañero se
quedaba sin cuento, lo cual fomentaba la responsabilidad. La forma de
trabajarlos eran una ficha en la que tenían que hacer un dibujo y decir si les
había gustado o no, además el día de entrega de los libros 2 o 3 niños hacían
un pequeño resumen de su libro en voz alta y daban su opinión acerca de él.
También
tenían tres lecturas obligatorias a lo largo del curso, me consta que los
profesores miraban muchos libros de distintas editoriales, ya que siempre les
veía en el recreo con algún libro leyéndolo. Para ahorrar los alumnos sólo se
compraban un libro, el otro lo proporcionaba el colegio y el tercero lo
intercambiaban con la otra clase. Antes de leerlos, se hablaba sobe la portada,
del autor y del título, durante la lectura se hacían pausas para saber hacer
preguntas de cómo creían que iba a continuar y al finalizar el libro, se
hablaba sobre los aspectos que más les habían llamado más y menos la atención a
cada uno. De estos libros, si se hacía una prueba escrita con preguntas tanto
de memorización como de deducción.
Otra
forma de trabajar la lectura, era en cuadernos, hechos por los profesores al
principio de curso, son fichas encuadernadas, con pequeños textos en cada una
de ellas de unas 4 o 5 líneas y con unas preguntas a continuación tanto de
memorización, como de deducción y de conceptos generales que se trabajan en
Science, ya que al ser un colegio bilingüe los alumnos tienen una carencia de
conceptos en su lengua materna que se suplen en las demás asignaturas.
He de
decir que mi tutora le daba mucha importancia a la lectura y esto se notaba en
los niños, ya que leían muy bien y eran capaces de comprender y deducir lo que
leían.
Como conclusión, quería resaltar la
importancia de motivar a los niños hacia la lectura, de elegir un buen libro, o más bien, que cada uno elija su propio
libro, porque a mí siempre me ha gustado leer, pero lo que yo quería, no lo que
me imponían. De hecho, he empezado a leer más a menudo cuando he podido elegir
mis propios libros.
Perfecto.
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